Repsol ha comunicado que construirá en su refinería de Cartagena la primera planta de producción de biocombustibles avanzados en España. La compañía apuesta por la economía circular como herramienta para el uso eficiente de los recursos y la reducción de emisiones y suministrará desde esta nueva instalación 250.000 toneladas al año de biocombustibles avanzados para aviones, camiones y coches.
La nueva instalación, cuya construcción supondrá una inversión estimada de 188 millones de euros, incluirá la puesta en marcha de una planta de hidrógeno que alimentará a una nueva unidad de hidrotratamiento dotada con tecnología de vanguardia, según ha indicado en rueda de prensa Josu Jon Imaz, consejero delegado de la compañía.
Este proyecto se enmarca en el compromiso que tiene Repsol con la transición energética y en su ambición de alcanzar cero emisiones netas en el año 2050, según las mismas fuentes.
Los biocombustibles avanzados producidos en la refinería de Cartagena permitirán un ahorro de 900.000 toneladas de CO2 –lo que equivale aproximadamente a la absorción de CO2 de un bosque con una extensión similar a 180.000 campos de fútbol–, en una iniciativa más de la compañía para luchar contra el cambio climático y, al mismo tiempo, darles un nuevo uso a materias primas recicladas.
Con este proyecto puntero en descarbonización, Repsol dice apostar por el desarrollo del sector industrial y por la generación de actividad económica en Cartagena y la Región de Murcia, a la vez que promueve el empleo directo, indirecto e inducido.
Los trabajos, para los que se contará con decenas de empresas auxiliares, requerirán de más de 1.000 profesionales de diferentes disciplinas. Durante la fase de construcción, se necesitarán 700 trabajadores de empresas auxiliares de media, llegando en momentos punta a los 1.000 empleados.
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, se ha reunido este jueves con el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, en la sede del Gobierno autonómico, para explicar los detalles de la nueva planta de biocombustibles avanzados de Repsol, un proyecto importante para Cartagena y para el conjunto de la comunidad autónoma en términos de generación de actividad económica y de empleo.
El proyecto para la construcción de la planta de biocombustibles avanzados se desarrollará en varias fases. Los trabajos, que ya han comenzado con las tareas previas al desmantelamiento de instalaciones en desuso del interior de la refinería, finalizarán en 2023 con la puesta en marcha de los nuevos equipos.
De forma paralela al acondicionamiento de las parcelas, se ejecutarán los trabajos necesarios de interconexión de líneas, tanto en la zona del puerto como en el interior de la refinería, para el movimiento de la materia prima y los productos resultantes del proceso.
Se estima que, de media, al puerto de Cartagena llegarán cada año unas 300.000 toneladas de materias primas recicladas que, tras su descarga en la terminal marítima, serán transportadas por diferentes líneas hasta los cuatro nuevos depósitos de almacenamiento de 9.000 m3 que se habilitarán en las instalaciones en las que ya opera Repsol en la actualidad.
Los tanques estarán conectados con la refinería, hasta donde llegará la materia prima a la nueva unidad de hidrotratamiento. Para el almacenaje de los biocombustibles avanzados y su posterior suministro al mercado nacional o de exportación, se construirán cuatro nuevos depósitos en el interior del complejo industrial.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha destacado en rueda de prensa la importancia de este proyecto pionero en España. «Con esta iniciativa, en Repsol impulsamos decididamente una nueva ruta tecnológica que será clave en nuestro camino hacia la neutralidad en carbono», ha señalado.
Además, ha indicado que se suma a los proyectos que ya ha desplegado la empresa «en eficiencia energética, generación de electricidad baja en emisiones, hidrógeno renovable, economía circular, combustibles sintéticos y captura, uso y almacenamiento de CO2, entre otros».