El municipio de Valseca, en la pintoresca provincia de Segovia, se ha visto confrontado en los últimos años con uno de los mayores retos que enfrenta el medio rural: la despoblación. Con tan solo 228 habitantes censados, la comunidad se esfuerza por mantener vivas sus ancestrales prácticas mientras enfrenta el continuo éxodo hacia las ciudades, donde las oportunidades laborales parecen más accesibles.
El corazón económico de Valseca reside en su sector primario, especialmente en la agricultura y la distinguida producción del garbanzo con Marca de Garantía, una labor que ha permitido a los agricultores locales mantener una producción anual de 120 toneladas de este preciado producto. No obstante, la ganadería ha sufrido un notable declive con la jubilación del último pastor el año pasado, dejando sin relevo al rebaño de ovejas que durante generaciones pastorearon estas tierras.
La industria local, concentrada en empresas del sector cárnico, fabricantes de embutidos y jamones, así como una fábrica de palets, desempeña un papel crucial en la economía municipal, especialmente en la zona cercana a la autovía A-601, donde se concentran varios negocios que dinamizan la actividad comercial.
Además de su actividad agrícola e industrial, Valseca también posee una rica historia minera, con antiguas explotaciones de greda y canteras de piedra caliza que antaño fueron fundamentales para el desarrollo económico local. Estas canteras, por ejemplo, proporcionaron la piedra caliza utilizada en la construcción de la imponente catedral de Segovia. Aunque estas actividades han perdido peso económico, el Geomuseo de Valseca, inaugurado en 1997, es un valioso tesoro que preserva y exhibe la rica diversidad geológica y cultural de la región, con una notable colección de minerales, rocas, fósiles y etnogeología que testimonian el pasado minero de la zona.
En medio de estos desafíos, Valseca persiste como un sólido baluarte de tradiciones arraigadas y un modelo de resiliencia frente a la despoblación y la transformación económica. Con la esperanza de mantener viva su identidad rural, los habitantes de Valseca continúan encontrando formas innovadoras de sostener su comunidad y preservar su rico legado histórico y cultural.