La ‘startup’ californiana Savor ha desarrollado un innovador método para producir mantequilla y otras grasas utilizando dióxido de carbono e hidrógeno. Su objetivo es reducir el impacto ambiental de los lácteos tradicionales y las alternativas basadas en plantas, como la soja o la almendra, que requieren un consumo de agua excesivo y están causando una significativa deforestación. La compañía también está trabajando en la producción de leche, helados, queso, carne y aceites tropicales utilizando el mismo método. Savor asegura que su tecnología es científica y no solo una estrategia de marketing. De hecho, el equipo de Savor ha publicado un estudio en el prestigioso diario Nature Sustainability, donde explican que su tecnología no intenta imitar el sabor con alternativas, sino que produce moléculas orgánicas complejas extrayendo del aire y del agua las moléculas simples en un proceso que, según la empresa, tiene cero emisiones de CO2.
El resultado y su sabor han impresionado tanto que el cofundador de Microsoft y filántropo Bill Gates no solo ha decidido invertir en esta nueva tecnología, sino que también la ha apoyado públicamente en un vídeo. «No puedo creer que [el producto] no sea mantequilla», afirma Gates.
El proceso
Savor afirma que su tecnología es un proceso termoquímico que crea complejas moléculas de grasa similares a las de los productos de origen animal.
Según Gates, Savor comenzó con «el hecho de que todas las grasas están hechas de diferentes cadenas de átomos de carbono e hidrógeno. Luego se propusieron hacer esas mismas cadenas de carbono e hidrógeno, sin usar animales o plantas». De hecho, la compañía dice que es el primer proceso de síntesis de alimentos que no necesita de la fotosíntesis.
El proceso consiste en extraer dióxido de carbono del aire e hidrógeno del agua, calentar estos elementos y oxidarlos para separar los ácidos grasos, que luego se formulan como grasa.
Los beneficios de este proceso pueden ser extraordinarios para la humanidad. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) afirma que el ganado es responsable del 14,5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Las alternativas proteicas fabricadas con plantas también tienen un impacto ambiental negativo, contribuyendo a la deforestación, la pérdida de biodiversidad y el consumo masivo de agua. El método de Savor evita estos problemas, ya que no requiere tierras de cultivo y utiliza una cantidad mínima de agua. El artículo publicado por Steven J. Davis y sus colegas describe el potencial de esta síntesis de alimentos, señalando que las grasas se pueden sintetizar con menos de 0,8 gramos de emisiones equivalentes de CO2 por kilocaloría, en comparación con más de 1,5 gramos de aceite de palma producido en Brasil o Indonesia. Esto representa una gran reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y del uso de la tierra.
Más allá de las grasas
El proceso de producción de Savor, aseguran, es escalable, pero la aceptación del consumidor es un gran desafío. Gates afirma que «el gran desafío es reducir el precio para que estos productos sean asequibles, con el mismo o menor precio que las grasas animales». Las posibles aplicaciones de esta tecnología se extienden más allá de las grasas. El estudio apunta que, aunque las grasas son más fáciles de sintetizar termoquímicamente, el método desarrollado podría eventualmente producir una amplia gama de alimentos sin depender de la agricultura convencional.