El Ministerio de Industria y Turismo tiene previsto hacer pública en los próximos días la resolución de las ayudas por valor de 300 millones de euros, destinadas a la compensación de los costes indirectos derivados del CO2. Estas ayudas beneficiarán a más de 200 empresas electrointensivas, según anunció el ministro Jordi Hereu durante su intervención en el Congreso del Instituto de Empresa Familiar.
Este programa de compensación de emisiones de CO2 está dirigido a empresas que operan en determinados sectores y subsectores industriales considerados en riesgo significativo de fuga de carbono. Este fenómeno se produce cuando las empresas trasladan su producción a países con normativas medioambientales menos estrictas para evitar los costos derivados de las políticas de reducción de emisiones. Con estas ayudas, el Gobierno reafirma su compromiso con el sector electrointensivo, un área clave para la economía española, y busca mejorar la competitividad empresarial, reforzar la capacidad industrial y preservar el empleo.
Desde 2019, el Gobierno ha destinado cerca de 900 millones de euros a programas de compensación por los costes de emisiones de CO2, apoyando a empresas que enfrentan un mayor impacto por los precios de la energía y las exigencias medioambientales, debido a su alto consumo eléctrico.
Durante su intervención, el ministro Jordi Hereu también se refirió a otras líneas de apoyo, como los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), que han impulsado la recuperación económica y facilitado la transición hacia una economía sostenible y digital. Muchos de estos programas han beneficiado a empresas familiares. En particular, se mencionó el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC), con más de 2.000 millones de euros adjudicados, el PERTE Agro, que ha canalizado 182 millones de euros, y el PERTE de Descarbonización, que ha asignado más de 322 millones de euros solo en su primera línea de ayudas.
Hereu también subrayó el papel de la empresa familiar, que representa cerca del 90% del tejido empresarial en España, y dentro de este grupo, el 29% corresponde a empresas de sectores industriales. Destacó cómo estas empresas son fundamentales para la innovación, la estabilidad económica y la creación de empleo a largo plazo.
Finalmente, el ministro hizo un llamado a mantener y fortalecer la colaboración público-privada, subrayando su importancia para que la economía española evolucione hacia un modelo más digital, ecológico y resiliente. Las empresas, afirmó, son un motor de cambio que lidera la transformación social y la sostenibilidad. Con el apoyo del Gobierno, el tejido empresarial español está preparado para enfrentar los desafíos futuros y consolidar su posición competitiva en los mercados internacionales, contribuyendo a la transición verde y a la transformación digital.