En 2023 se instalaron más de 92.000 robots industriales en Europa, lo que supone un crecimiento del 9 % respecto al año anterior. Alemania continúa siendo el país líder, pero la gran sorpresa llegó desde España, que registró un aumento del 31 % en instalaciones y superó por primera vez a Francia en este ámbito.
Los principales motores de esta tendencia se encuentran en sectores como la automoción, el metal y la maquinaria, los plásticos, la química, la alimentación y las bebidas, donde la automatización avanza con paso firme. Sin embargo, el escenario global plantea retos importantes: la competencia de Asia, especialmente de China, obliga a Europa a acelerar sus estrategias de innovación y a apostar por tecnologías emergentes como la robótica colaborativa, la inteligencia artificial o los gemelos digitales.
La cuestión que queda sobre la mesa es clara ¿está la industria europea preparada para mantener su liderazgo en el uso de robots frente a una presión internacional cada vez más fuerte?
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