China competirá con Neuralink al lanzar su propia interfaz cerebro-computadora (BCI) en 2025, respaldada por el gobierno chino para avanzar en tecnologías clave. Empresas como NeuraMatrix y Neuracom contribuyen al sector con enfoques en comunicación con máquinas y seguridad de implantes. Además, China ha inaugurado un laboratorio en Tianjin dedicado al desarrollo de interfaces cerebro-máquina.