Valseca, un pequeño municipio segoviano, enfrenta el desafío de la despoblación rural mientras sus habitantes luchan por mantener vivas sus tradiciones agrícolas y ganaderas. Con una economía diversificada que incluye la producción del garbanzo de Valseca y empresas industriales, el pueblo se aferra a su rica herencia minera y al Geomuseo, símbolo de su pasado geológico.