La propia secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carmen Artigas, alabó durante la presentación de ‘El Libro Blanco de la Digitalización de las pymes tras el covid-19’, que ha sido elaborado por la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (CEAJE), la rápida adaptación que han tenido los negocios más pequeños durante estos últimos meses.
Los negocios se han valido de las herramientas digitales, para adaptarse a las circunstancias. Desde códigos QR para escanear las cartas de los restaurantes hasta aplicaciones para reservar de forma anticipada y evitar aglomeraciones en los locales. Sea cual sea la herramienta que hayan elegido, lo importante para la secretaria de Estado es que cada uno de estos negocios han sabido adaptarse a las circunstancias cambiantes y en muy poco tiempo se ha producido «una transformación de gran impacto».
De hecho, reconoció que «muchas de las cosas» que el Gobierno «se había planteado hacer en cuatro años, los pequeños negocios las han llevado a cabo en seis semanas”. Artigas explicó que “las actividades más pequeñas están sufriendo las consecuencias de esta pandemia y, sin embargo, han hecho un esfuerzo improviso para adaptarse. Quién nos hubiera dicho hace tres meses que pasaríamos de una tasa del 5% de empleados teletrabajando al 35%.
Ser más digital significa ser más competitivo
Del ritmo de digitalización de los pequeños negocios depende directamente el futuro del país. “Las pymes deben ser protagonistas del proceso de digitalización. Son el 98% del tejido empresarial y generan el 70% del empleo. Sin la digitalización de estos pequeños negocios no será posible la digitalización en España” aseguró la secretaria de Estado de Digitalización, Carmen Artigas.
Además, uno de los aspectos en los que insistió Artigas es en “que la digitalización no es un fin en sí mismo, si no que es un medio para que las empresas sean más eficientes”. En este sentido, aseguró que la digitalización puede llegar a aumentar entre un 15% y un 20% la competitividad y la productividad de autónomos y pequeños negocios.
Además, se comprometió a poner en marcha ayudas y programas estatales para conseguirlo. “La digitalización es un proceso complejo. Ha habido muchos intentos a lo largo de los últimos años para apoyar a las pymes en su proceso, pero no siempre los recursos públicos que se han dedicado han tenido un impacto cuantitativo”.
Si bien para conseguirlo éstas tienen que aprovechar sus ventajas: ser pequeñas. “Las pymes están a medio camino entre una startup, pues comparten el mismo tamaño, y una gran empresa, pues adoptan su mentalidad”.