Los ministros de Economía y Hacienda de la UE han adoptado el primer lote de decisiones de ejecución del Consejo sobre la aprobación de los planes nacionales de recuperación y resiliencia.
Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, España, Francia, Grecia, Italia, Letonia, Luxemburgo y Portugal han recibido luz verde para el uso de los fondos de recuperación y resiliencia de la UE para impulsar sus economías y recuperarse de las consecuencias de la COVID-19. Gracias a la adopción de las decisiones de ejecución del Consejo relativas a la aprobación de los planes, los Estados miembros pueden firmar acuerdos de subvención y de préstamo que permiten una prefinanciación de hasta el 13%.
La Comisión remitió al Consejo en junio una evaluación positiva de los planes de los doce Estados miembros, acompañada de las propuestas de decisiones del Consejo relativas a la aprobación de dichos planes. Los doce Estados miembros han solicitado la prefinanciación de los fondos asignados. Las decisiones que el Consejo ha adoptado en su reunión del 13 de julio constituyen el último paso antes de que los Estados miembros puedan celebrar acuerdos de subvención y de préstamo con la Comisión y comenzar a recibir fondos que les permitan ejecutar sus planes nacionales.
La ayuda financiera de la UE procedente del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, dotado con 672 500 millones de euros, tiene por objeto impulsar la recuperación económica de Europa apoyando las reformas y proyectos de inversión de los Estados miembros. Las medidas aprobadas en los planes nacionales se centran en seis ámbitos de actuación establecidos en el Reglamento por el que se establece el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia; entre ellos, la transición ecológica; la transformación digital; el crecimiento inteligente, sostenible e integrador; y la cohesión social y territorial.
Entre las medidas que cada Estado miembro puede adoptar para lograr la recuperación y reforzar la resiliencia de la UE se encuentran, por ejemplo, la descarbonización de la industria, la renovación de edificios, la digitalización de la administración pública y el reciclaje profesional de la población activa. Los planes abordan también las recomendaciones específicas por país señaladas en el transcurso de los debates del Semestre Europeo de 2019 y de 2020.