La ayuda alemana ha sembrado dudas en Bruselas
El Gobierno alemán anunció hace unos días que destinará 200.000 millones de euros en ayudas públicas para ayudar a las empresas y hogares del país a hacer frente a la crisis energética. Esto no ha sentado muy bien en el Eurogrupo, que este lunes recibió la noticia con un aluvión de críticas.
El ministro francés de finanzas, Bruno Le Maire, advertía de que si no hay apoyo y no se respetan las condiciones de libre competencia, puede haber una fragmentación de la zona euro. En su lugar propuso “definir juntos una estrategia económica global” que contemple incluso la emisión de eurobonos, añadió a su llegada a la reunión de ministros de Economía de la eurozona celebrada en Luxemburgo. Por su parte, desde Budapest, el primer ministro húngaro, Victor Orbán, se mostró preocupado por la falta de unidad europea frente a la crisis energética.
Mientras Berlín ve esta iniciativa como “un gran paraguas protector”, el resto de países ven una lluvia de millones que puede dificultar la tarea del Banco Central Europeo.
«Al igual que ocurrió con la respuesta a la pandemia, somos más fuertes cuando actuamos unidos con decisiones importantes, con determinación y también con solidaridad”, afirmó la vicepresidenta primera española, Nadia Calviño.
La propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresaba sus dudas sobre la iniciativa alemana hasta el punto de hablar de “fragmentación” entre los países de la zona euro.
Defensa del Gobierno alemán
“Si no nos fijamos en el tamaño de la economía alemana, no es un paquete de estímulo económico ni de la demanda. Amortiguamos los precios, los disminuimos en relación con el tamaño de la economía alemana. Hemos puesto sobre la mesa un volumen muy importante hasta 2024, pero tiene el carácter de un escudo defensivo”, señaló el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner. Además, añadió, “estamos mostrando que somos capaces de actuar, usamos nuestra fortaleza económica para protegernos”.