Taiwán ha consolidado su posición como líder indiscutible en la industria de la fabricación de semiconductores, destacando TSMC como su joya de la corona, acaparando aproximadamente el 54% del mercado de producción de chips. Además, el fabricante taiwanés UMC representa casi el 7%, compitiendo directamente con la estadounidense GlobalFoundries. Este dominio de TSMC se sustenta en dos pilares fundamentales.
En primer lugar, destaca su avanzada capacidad tecnológica, evidenciada por el inicio de la fabricación de circuitos integrados en su nodo litográfico de 3 nm a finales del pasado diciembre, colocándose solo detrás de Samsung en esta carrera tecnológica. La segunda fortaleza radica en su masiva capacidad de producción, con instalaciones en Taiwán, Estados Unidos y China, y planes de expansión que incluyen la construcción de plantas en Arizona (EE. UU.), Hsinchu (Taiwán), el Parque Científico del Sur, y la proyección de tres más en Japón.
El sólido modelo de negocio de TSMC ha sido clave para alcanzar su posición dominante en la industria de los semiconductores. Sin embargo, enfrenta una amenaza significativa: la posibilidad de una invasión china a Taiwán. Anticipándose a este riesgo, TSMC busca expandirse más allá de sus fronteras, pero otros países asiáticos como Singapur, Malasia y Vietnam también buscan ocupar su espacio.
Destacando entre estos aspirantes, India emerge como el principal candidato para ocupar el lugar que defiende Taiwán. Con un desarrollo industrial y social adecuado, India cuenta con capacidades económicas, industriales y técnicas innegables. Grandes empresas tecnológicas como Apple, Amazon, Google, Microsoft, AMD y Foxconn ya están presentes en el país, consolidándolo como un actor relevante en la industria de los semiconductores.
Según DigiTimes Asia, India se prepara para desempeñar un papel crucial en la industria de los semiconductores, y según la consultora Deloitte, se espera que el mercado de circuitos integrados de India supere los 55.000 millones de dólares en 2026. Para lograrlo, el gobierno indio busca atraer a tantos fabricantes de chips como sea posible.
Micron Technology, una empresa estadounidense especializada en la fabricación de chips de memoria, jugará un papel destacado en el futuro de la industria de semiconductores de India al establecer una planta avanzada en el país en 2024. A pesar de este impulso, los analistas sugieren que India podría tardar una década en alcanzar la producción masiva de chips de 28 nm, un objetivo a medio plazo. El principal desafío radica en la rápida implementación de las instalaciones necesarias, ya que una fábrica de chips de vanguardia requiere al menos cuatro años para estar plenamente operativa, según Eric Chen, analista e investigador de la industria de circuitos integrados.