En la última década, se ha observado un destacado avance en el desarrollo de las ciudades inteligentes, las cuales se definen por ser conectadas, inteligentes y sostenibles. La tecnología desempeña un papel crucial en la construcción de entornos urbanos más habitables para sus residentes. La digitalización ha posibilitado la interconexión de los elementos que conforman estos núcleos urbanos, mejorando así el bienestar de millones de personas.
La infraestructura de una Smart City se basa en las nuevas redes de internet móvil, especialmente la red de última generación 5G, que demanda menos energía para conectar a una creciente cantidad de personas y dispositivos, convirtiéndola en una opción más sostenible. La implementación del 5G ha facilitado la adopción de tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT) y el aprovechamiento del Big Data.
La conectividad de dispositivos cobra gran relevancia en estos entornos urbanos, permitiendo la comunicación y el intercambio de datos. El Big Data clasifica y analiza esta información en tiempo real, proporcionando tendencias y soluciones anticipadas para que los responsables de los servicios tomen decisiones informadas.
La digitalización de servicios públicos en áreas urbanas ha mejorado la gestión de recursos y servicios de manera eficiente. Ejemplos notables incluyen el alumbrado público inteligente, que, mediante la instalación de luminarias LED y sistemas de gestión inteligente, logra ahorros significativos en el consumo de energía. Asimismo, los estacionamientos disuasorios, como parte de la movilidad urbana inteligente, fomentan el uso del transporte público mediante tecnologías avanzadas.
En el ámbito de la sostenibilidad, los sistemas de riego inteligentes en parques y jardines, que representan una gran proporción del consumo de agua en climas áridos, optimizan las necesidades hídricas de las plantas mediante sensores que miden diversos parámetros ambientales.
La implementación de tecnologías como la Inteligencia Artificial, el análisis de datos y el Internet de las Cosas en las ciudades inteligentes abre nuevas posibilidades para monitorear y reducir los niveles de contaminación. Desde herramientas digitales hasta sensores inteligentes en infraestructuras públicas, se obtienen datos ambientales en tiempo real y análisis de la calidad del aire, proporcionando información valiosa para la toma de decisiones.
En el ámbito de la gestión de residuos, la incorporación de sensores y sistemas de Inteligencia Artificial e IoT en los contenedores de basura permite un control eficiente del contenido y la optimización del momento ideal para la recogida, generando ahorros significativos en combustible y mejoras en la eficiencia de los procesos.
En este contexto, Telefónica se destaca como uno de los principales impulsores del desarrollo de Smart Cities, gracias a sus capacidades y experiencia en este ámbito.