Wood Mackenzie ha lanzado el informe «Tendencias globales de tecnología de turbinas eólicas 2023», que analiza el panorama evolutivo de la tecnología y los componentes de turbinas terrestres y marinas a nivel mundial y regional, revelando importantes conclusiones. La presión financiera ha llevado a los fabricantes de equipos originales (OEM) occidentales a moderar su búsqueda frenética de innovación, mientras que los OEM chinos ganan terreno.
Endri Lico, analista principal de Cadena de Suministro y Tecnología Eólica Global de Wood Mackenzie, advierte que los problemas de calidad amenazan la recuperación financiera de los OEM occidentales. Atribuye la rentabilidad negativa en la cadena de suministro eólico a interrupciones, tensiones geopolíticas, presión inflacionista y retrasos en proyectos. Aunque 2023 mostró cierta mejora financiera, los problemas de calidad y fiabilidad obstaculizan el progreso, representando las garantías el 10% de los ingresos de los OEM a nivel mundial.
Mientras los OEM occidentales enfrentan dificultades, China destaca por obtener beneficios y acelerar la introducción de nuevos productos. Lico señala que la presión financiera afecta de manera desigual a los mercados, ralentizando la introducción de nuevos productos en Occidente y permitiendo a los fabricantes chinos liderar en tamaño medio de turbinas.
Los nuevos diseños de turbinas intensifican la presión sobre los costos, ya que los fabricantes occidentales han introducido diseños más grandes, pero han tenido problemas para lograr economías de escala. China continúa su carrera frenética de innovación, lanzando más de 400 modelos de turbinas desde 2020, mientras que Occidente se ve obligado a simplificar carteras y ampliar ciclos de vida comerciales.
El crecimiento de las turbinas en China es notable, pero se plantea la posibilidad de enfrentar presiones similares a las de Occidente. Aunque los precios de las turbinas chinas bajaron en 2023, indicando posibles problemas de rentabilidad, la estandarización y colaboración son clave para la recuperación del sector, según Lico. Propone ralentizar la introducción de nuevas turbinas, limitar la potencia en alta mar, simplificar carteras, apostar por la automatización y fomentar la colaboración entre OEM para estandarizar procesos no estratégicos.