La industria de la moda, siempre en evolución, enfrenta un desafío importante: modernizar su proceso de fabricación, que ha permanecido prácticamente inalterado durante décadas. A pesar de las tendencias cambiantes en el mundo de la moda, la producción de prendas de vestir sigue arraigada en métodos tradicionales, lo que ha llevado a un llamado creciente para su digitalización.
Este cambio no es tarea fácil. La fabricación de ropa implica una compleja red de proveedores, fábricas y distribuidores que dependen de sistemas logísticos sólidos para mover materiales y productos. La necesidad de una supervisión en tiempo real de toda esta cadena es crucial para minimizar el desperdicio y ofrecer productos de calidad a precios competitivos.
Un estudio de McKinsey and Company reveló que más del 70% de los directores de compras en la industria de la moda consideran que la digitalización de la cadena de suministro es fundamental para el futuro del sector.
La digitalización ya está demostrando su valía. Las marcas que han adoptado estrategias digitales están superando a sus competidores. Por ejemplo, las tiendas físicas enfrentan desafíos frente al auge del comercio electrónico, pero la digitalización les permite ampliar su alcance a través de plataformas en línea y adoptar estrategias de venta omnicanal.
Sin embargo, antes de la pandemia de COVID-19, muchos fabricantes de ropa no veían la urgencia de invertir en digitalización. Las herramientas básicas como Excel se utilizaban para el seguimiento de inventarios, pero su capacidad para optimizar procesos era limitada. Esto llevó a ineficiencias en la producción, exceso de inventario y problemas de sostenibilidad.
Una cadena de suministro integrada ofrece la solución. Empresas como SHEIN están produciendo lotes pequeños de ropa y ajustando la producción según la demanda del mercado, lo que reduce significativamente el exceso de inventario y los residuos.
La digitalización también mejora la entrega de última milla, garantizando una experiencia de compra satisfactoria para el cliente. La transparencia en las etapas de entrega, la facilidad de devoluciones y el seguimiento en tiempo real son aspectos clave que las empresas están abordando mediante la digitalización de sus cadenas de suministro.
Aunque la digitalización requiere un esfuerzo considerable, es una inversión que vale la pena para obtener una ventaja competitiva. Construir una cadena de suministro ágil, centrada en el cliente, puede transformar la rentabilidad de las empresas de moda, mejorar su eficiencia y reducir su impacto ambiental.