La Inteligencia Artificial (IA) está transformando el mundo en el que vivimos, y el sector industrial es uno de los principales beneficiados de esta revolución.
De hecho, con la llegada de la IA, los expertos del sector industrial ya se refieren a este periodo como la próxima gran revolución industrial. A diferencia de la revolución del siglo XVIII, esta nueva etapa no busca acelerar el consumo de recursos, sino todo lo contrario. El objetivo es reducir el desperdicio de materias primas y, al mismo tiempo, aumentar la eficiencia en todos los aspectos, incluyendo el consumo energético.
La industria del futuro tiene como objetivo usar la IA para mejorar la gestión ambiental y avanzar hacia un escenario de emisiones netas de carbono cero. La IA, un software que realiza tareas humanas como comprender texto, identificar patrones complejos, modelar procesos y hacer predicciones, juega un papel crucial en la seguridad y confianza de los procesos industriales. Esto permite una mejor integración en la estructura industrial de las economías, optimizando numerosos procesos.
Ámbitos como la atención sanitaria, la movilidad, la generación de energía y la mejora de infraestructuras son algunos de los principales beneficiados por la IA, que cada día abarca más áreas, mejorando procesos y la toma de decisiones.
El agua es un recurso cada vez más valioso, y los expertos están enfocados en mejorar su sostenibilidad. Actualmente, el 30% del agua potable producida en el mundo se pierde debido a tuberías viejas, movimiento del suelo y otros procesos deficientes. Reducir estas pérdidas no solo ahorraría miles de litros de agua, sino también dinero y recursos hídricos.
Los sistemas de IA pueden utilizar datos históricos para identificar y localizar fugas de cualquier tamaño, mejorando así la gestión del agua. Además, pueden optimizar los sistemas de alcantarillado urbano, controlando mejor la mezcla de aguas residuales y pluviales que llegan a las plantas de tratamiento.
De cara al futuro, los expertos ven claro el potencial de la IA y las tecnologías digitales para reducir el carbono y el impacto ambiental mediante una gestión más cuidadosa del uso del agua y la energía. El bombeo de agua representa entre el 2-3% del consumo energético de un país, por lo que optimizar este proceso, identificando los momentos en que la energía es más barata y ecológica, puede reducir costos y aumentar la resiliencia de ambos sectores.
Otra aplicación valiosa de la IA en el sector industrial es acelerar el diseño de productos, reduciendo el impacto ambiental y aumentando la eficiencia energética y el uso de recursos.
Con estas aplicaciones en mente, la IA se está convirtiendo en un aliado para lograr un futuro industrial más respetuoso con el medio ambiente. Según expertos de una prestigiosa marca alemana que lleva años trabajando en la mejora de procesos industriales con IA, esta tecnología tiene el potencial de ayudarnos a tomar mejores decisiones gracias a una mayor comprensión.
La IA es la herramienta esperada que mejorará la colaboración entre industrias, conectándolas de manera más eficiente y ayudando a que el sector industrial, conocido por su alto impacto contaminante, avance hacia un futuro mucho más sostenible.