Volkswagen sigue adelante con un plan de reducción de gastos significativo en Alemania, que incluye el cierre de tres plantas (una más de lo previsto inicialmente), despidos masivos y un recorte salarial del 10% para la marca principal. Según informó Daniela Cavallo, jefa del comité de empresa, estas medidas implicarán la eliminación de productos, turnos y líneas de ensamblaje completas, una decisión sin precedentes en los 87 años de historia de la compañía, que ha generado fuertes críticas por parte de los sindicatos. “Esto es hambruna”, declaró Cavallo, en referencia a la magnitud de los recortes, antes de la presentación de los resultados financieros del tercer trimestre, que se anticipan complicados tras meses de anuncios de despidos y reducción de previsiones.
El comité de trabajadores considera que los empleados están pagando el precio de decisiones equivocadas de la compañía, especialmente en su política de precios y en el desarrollo de productos. Volkswagen enfrenta una creciente competencia en el mercado de vehículos eléctricos por parte de fabricantes como BYD y Tesla, quienes han ganado ventaja tecnológica. Este desafío afecta especialmente a la marca Volkswagen, que experimenta márgenes de ganancia decrecientes. Incluso Porsche, la marca más lucrativa del grupo, está evaluando recortes de costes debido a la caída de demanda en China, su principal mercado.
Además, Volkswagen se ve afectada por las tensiones comerciales entre China y Europa, especialmente por los aranceles que la UE impone a los vehículos eléctricos chinos, lo cual complica sus ventas en el mercado asiático. La compañía teme represalias del gobierno chino, ya que China representa su mayor mercado global, con Volkswagen empleando allí a más de 90,000 personas. A esto se suma el impacto de los aranceles en modelos como el Cupra Tavascan, fabricado en China y actualmente vendido a pérdidas en Europa debido a las tarifas impuestas, según Wayne Griffiths, consejero delegado de Seat y Cupra.
Volkswagen ha visto una reducción en sus ventas globales del 7,1% en el tercer trimestre, con 2,17 millones de unidades, y una caída aún más significativa en China, donde las ventas bajaron un 15%. Marco Schubert, miembro del comité ejecutivo de ventas, reconoció la intensa competencia en el mercado chino como un factor clave en el descenso de entregas y subrayó la importancia de mejorar la estructura de costes en Alemania para asegurar el éxito a largo plazo.
No obstante, Volkswagen no es la única automotriz europea en dificultades. El grupo Stellantis, segundo mayor fabricante en Europa, también enfrenta desafíos, especialmente en Estados Unidos, donde la acumulación de stock ha llevado a una reducción de envíos del 20% en el tercer trimestre. Marcas alemanas como BMW y Mercedes-Benz también revisaron a la baja sus previsiones debido a la situación en el mercado chino. Renault, por su parte, es la que mejor se mantiene entre los fabricantes europeos, logrando menores caídas en ventas y manteniendo sus previsiones para 2024.