La digitalización y la robótica están transformando el sector agrícola, impulsando la eficiencia y la sostenibilidad de las explotaciones. Tecnologías como tractores inteligentes que generan datos, drones para monitorizar cultivos, sensores que optimizan la distribución hídrica y robots con visión artificial que recolectan fruta madura se han convertido en herramientas comunes en el campo. Estas soluciones no solo mejoran la productividad, sino que también abren las puertas a una nueva era en la agricultura, apoyándose en centros tecnológicos especializados como Citoliva y Tecnova.
Citoliva, el Centro Tecnológico del Olivar y el Aceite de Oliva, ha desarrollado el concepto «Olivar Andaluz 4.0», que aplica tecnologías avanzadas para transformar la agricultura de precisión en el sector oleícola. Este sistema permite monitorizar en tiempo real el estado de los olivares mediante sensores que miden variables como la humedad del suelo, la temperatura del aire y el flujo de savia. Gracias a estos datos, los agricultores pueden optimizar decisiones clave sobre riego, control de plagas y calidad del aceite, reduciendo costos y maximizando la producción. Además, el enfoque en sostenibilidad contribuye al ahorro de recursos como agua y pesticidas, fortaleciendo la competitividad del sector.
El sistema de Citoliva es aplicable tanto al olivar tradicional como a los sistemas intensivos y superintensivos, adaptándose incluso a zonas de regadío y secano donde el agua es escasa. Este modelo también incluye análisis avanzados, como la capacidad fotosintética de los árboles, clave para mejorar su rendimiento. A pesar de las ventajas del sistema Olivar 4.0, aún no cuenta con apoyo financiero directo de la Junta de Andalucía, aunque ha despertado interés en eventos como Expo Agritech, donde Citoliva ha presentado sus innovaciones.
Otra iniciativa destacada es el proyecto SAMM_IRO, liderado también por Citoliva junto a otros socios, que utiliza tecnologías como IoT, Big Data e inteligencia artificial para desarrollar soluciones avanzadas de monitorización en el cultivo del olivo. Este proyecto permite a los agricultores acceder a herramientas de gestión del riego y protección fitosanitaria bajo modelos accesibles como Platform-as-a-Service, reduciendo costes iniciales y facilitando su adopción. Su enfoque escalable lo hace adaptable a otros cultivos y regiones, promoviendo una agricultura más eficiente y sostenible.
En paralelo, Tecnova ha presentado su modelo de «invernaderos 4.0», que combina tecnologías digitales para optimizar la producción agrícola, reducir el consumo de agua y energía, y minimizar el impacto ambiental. Este enfoque fomenta la capacitación de los profesionales del sector y la colaboración entre empresas, investigadores y agricultores para impulsar la innovación en la agricultura intensiva.
Por otro lado, proyectos como HarvBot, desarrollado por Eurecat, introducen robots colaborativos en la recolección de fresas y otros cultivos. Estas tecnologías, basadas en visión artificial e inteligencia artificial, automatizan procesos y mejoran la eficiencia en la manipulación de los frutos.
La maquinaria agrícola también avanza hacia modelos más inteligentes y sostenibles. Tractores conectados digitalmente, como los de John Deere y Valtra, o pulverizadores autónomos como los GUSS, están diseñados para maximizar el rendimiento mientras minimizan el uso de insumos. Los drones DJI complementan estas herramientas, realizando mapeos visuales y térmicos para optimizar los recursos y proteger el medio ambiente.
Por último, la robótica innovadora se abre paso en proyectos como el uso del robot cuadrúpedo SPOT, desarrollado por Boston Dynamics y aplicado al sector agroalimentario por investigadores de la Universidad de Córdoba. Este robot utiliza tecnología LiDAR para capturar datos tridimensionales del terreno, ayudando a tomar decisiones informadas sobre el manejo de cultivos.
Estas iniciativas reflejan cómo la agricultura 4.0 está transformando el campo, integrando tecnología avanzada para mejorar la productividad, la sostenibilidad y la competitividad del sector agrícola en España y más allá.