El sector bancario se adapta cada día más a las nuevas tecnologías, lo que impulsa un modelo de relación con el dinero completamente diferente y aborda el fin del dinero en efectivo.
Durante el último año y especialmente impulsado por los efectos de la pandemia, en España el pago con tarjetas de crédito ya ha adelantado el pago físico en efectivo. No sólo por del temor (desmentido) de que el dinero transmitiese el virus en los billetes y las monedas, sino por la llegada de múltiples vías alternativas de pago, todas ellas digitales.
Según el Banco de España, el número de retiradas de dinero en efectivo de cajeros automáticos se ha desplomado un 52%. Y además añade que desde hace varios años la ciudadanía Española ya no se decanta tanto con el pago en efectivo como del digital. Por lo que tampoco se trata de una novedad.
A día de hoy, la gran mayoría de los bancos y cajas de ahorros ya cuentan con sus propias aplicaciones telefónicas «apps» que permiten realizar cualquier tipo de pago e incluso transferencias entre cuentas. Además permiten gestionar desde el saldo e incluso hasta una posible cancelación de la tarjeta ante una pérdida o un robo.
Actualmente existen varios métodos de pago online como Paypal, sistema ya activo en cualquier página que tenga algún tipo de pago integrado. Y con la llegada de Bizum, la aplicación de pago mediante el teléfono móvil, el uso de lo digital no ha hecho más que acentuarse. Bizum se ha caracterizado principalmente por ser un sistema de pagos instantáneos entre particulares y de compras entre comercios. Sin embargo, su uso más popular es el que permite que los usuarios puedan transferirse dinero entre sí, necesitando solo el número de teléfono del destinatario.
A pesar de ello, España es uno de los países donde más dinero en efectivo se utiliza de toda Europa a pesar de la pandemia.