El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado este lunes un nuevo Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) sobre microchips y semiconductores, dotado con 11.000 millones de euros de inversión pública. “Los semiconductores son un elemento básico de todos los sectores energéticos y adquieren una importancia geoestratégica mundial en un contexto de transformación digital”, ha destacado el presidente durante su intervención en la segunda edición del foro Wake Up Spain bajo el lema Aprendizaje, crecimiento y sostenibilidad en la Europa solidaria, un simposio organizado por El Español, Invertia y D+I. Dónde entre otras cosas, se hablo sobre el futuro del sector enérgetico español
Sánchez ha asegurado que España no se quedará atrás en la carrera de la tecnología más avanzada: “El Gobierno quiere que nuestro país se sitúe a la vanguardia del progreso industrial y tecnológico”, ha remarcado. Por ello, el presidente ha destacado la ambiciosa apuesta que supone este PERTE, que busca atraer inversiones en la industria de los semiconductores y de las nuevas tecnologías relacionadas, claves para alcanzar la autonomía estratégica ansiada a nivel europeo.
La escasez de semiconductores dio lugar a una crisis de suministro que ralentizó la recuperación de la economía mundial tras la pandemia. Además, la guerra en Ucrania ha complicado aún más este escenario ante la potencia exportadora de estos dos países sobre determinadas materias primas necesarias para la fabricación de estos elementos, como son el argón y el neón. Consecuentemente, la Unión Europea mostró su intención de aumentar la fabricación de estos componentes para reforzar su autonomía.
Para fortalecer su tejido industrial, Bruselas propuso alcanzar en 2030 el 20% de la cuota mundial de la fabricación de microprocesadores. La Comisión Europea movilizará 43.000 millones de euros de inversiones públicas para aumentar por cuatro la capacidad manufacturera de la UE. El grueso de esas inversiones (30.000 millones de euros) ya está comprometida por parte de Bruselas y los Estados miembros a medias entre el presupuesto comunitario y los fondos de recuperación. Junto a esto, la Comisión pretende añadir 11.000 millones para “financiar el liderazgo tecnológico en capacidades de investigación, diseño y fabricación” más otros 2.000 millones de un nuevo fondo (denominado “Fondo de Chips”) para apoyar el capital de empresas en proceso de crecimiento y a pymes.
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