A mitad de 2025, el sector industrial continúa acelerando su transformación, con la digitalización como eje central. Eventos como el Digital Enterprise Show en Málaga y +Industry en Bilbao han mostrado un claro rumbo: automatización, inteligencia artificial e integración de tecnologías sostenibles ya no son promesas, sino realidades aplicadas.
Las fábricas inteligentes ganan protagonismo, con soluciones IoT y mantenimiento predictivo que mejoran eficiencia y reducen costes. Además, la inteligencia artificial generativa empieza a integrarse en áreas como planificación industrial y simulación de procesos, marcando un salto en agilidad y competitividad.
En paralelo, la sostenibilidad se consolida como un valor estratégico. Desde nuevos materiales hasta gestión energética avanzada, la industria responde a las demandas sociales y regulatorias sin perder de vista la rentabilidad.
También destaca el papel creciente de alianzas público-privadas, incubadoras tecnológicas y cooperación internacional. Este ecosistema colaborativo está impulsando la innovación más allá de las grandes empresas, incluyendo pymes y startups.
El balance de 2025, hasta ahora, muestra una industria que no solo se adapta, sino que lidera: más conectada, eficiente y preparada para afrontar desafíos globales con visión de futuro.