La robótica se consolida como uno de los pilares de la transformación industrial en España, marcando un crecimiento sin precedentes en el marco de la Industria 4.0. Según datos de la Asociación Española de Robótica y Automatización (AER Automation), en 2023 se instalaron más de 5.000 robots industriales en el país, lo que supone un incremento del 48% respecto al año anterior. La robótica de servicio, que abarca desde robots móviles hasta soluciones logísticas, también experimentó un aumento del 17% en ventas, reflejando una expansión más allá del ámbito puramente manufacturero.
El sector de la automoción continúa liderando la adopción de robots industriales, concentrando más de la mitad de las nuevas instalaciones. Sin embargo, cada vez más pymes de sectores como la alimentación, la metalurgia o la logística están incorporando soluciones colaborativas y automatizadas, impulsadas por la reducción de costes y la necesidad de mayor eficiencia.
A este avance contribuyen proyectos públicos y privados que están reforzando el ecosistema tecnológico. En Burgos se ha inaugurado POLEA LAB, el primer laboratorio industrial 5G especializado en cobots y exoesqueletos de España, destinado a impulsar la innovación en pymes de Castilla y León. Por su parte, empresas como Universal Robots han integrado sus soluciones colaborativas en el hub DFactory Barcelona, consolidando a la ciudad como un referente europeo en automatización avanzada.
A pesar del crecimiento sostenido, los expertos advierten que aún existen retos por superar. La falta de personal cualificado, los costes de inversión inicial y la necesidad de marcos normativos más claros en materia de colaboración hombre-máquina son factores que podrían ralentizar la adopción a gran escala.
Con todo, la robótica se perfila como una palanca decisiva para modernizar el tejido productivo español. Su integración con la inteligencia artificial, la conectividad 5G y los sistemas de mantenimiento predictivo está sentando las bases de una nueva generación de fábricas más eficientes, seguras y sostenibles. España se acerca, paso a paso, a la madurez plena de la Industria 4.0.