Durante la última semana se ha presentado el VIII Informe Smart Industry 4.0, uno de los análisis más completos sobre el grado de digitalización del tejido industrial español. El documento ofrece una visión clara del progreso hacia modelos productivos más inteligentes, conectados y eficientes.
El informe señala que casi el 60 % de las empresas industriales en España han puesto en marcha iniciativas de transformación digital con resultados positivos. Aun así, únicamente un 20 % de las organizaciones se sitúan en una fase realmente avanzada de digitalización. Esto refleja que, aunque la adopción tecnológica crece, la madurez digital sigue siendo muy desigual entre compañías.
Entre los principales retos detectados aparece la integración entre los sistemas OT e IT, todavía compleja en muchas plantas con infraestructuras heterogéneas u obsoletas. También se subraya la necesidad de mejorar la calidad y disponibilidad del dato, que continúa siendo uno de los factores que más limita la posibilidad de aplicar analítica avanzada o inteligencia artificial a escala. A ello se suma la persistente falta de talento especializado, especialmente en áreas como automatización, IA, ciberseguridad y análisis de datos.
El informe también identifica una serie de tendencias que están ganando fuerza en el sector industrial español. La inteligencia artificial aplicada a procesos operativos, el uso intensivo del dato mediante arquitecturas modernas, la automatización avanzada y el crecimiento de la robótica colaborativa se consolidan como pilares fundamentales para los próximos años. Todo apunta a que la década que llega hasta 2030 será decisiva para definir un modelo industrial más competitivo, sostenible y resiliente.
En el contexto internacional, el avance es incluso más acelerado. China, por ejemplo, está impulsando fábricas donde la IA actúa como un auténtico “cerebro operativo” que coordina robots y líneas de producción con una flexibilidad que se acerca a la humana. Estas iniciativas muestran el camino hacia un paradigma productivo donde la combinación de inteligencia artificial y robótica redefine la eficiencia y la capacidad de adaptación.
En conclusión, el VIII Informe Smart Industry 4.0 revela un sector que progresa, aunque todavía con barreras estructurales significativas. La integración tecnológica, la gestión del dato y la disponibilidad de talento serán factores decisivos para determinar qué empresas liderarán la transformación y cuáles corren el riesgo de quedarse atrás.