El pasado viernes Elon Musk presentó en la jornada de inteligencia artificial de Tesla a Optimus, un robot humanoide. El magnate pretende fabricarlo en masa y comercializarlo por menos de 20.000 dólares.
Durante el acto celebrado en Palo Alto (California) y retransmitida por internet, el robot salió, saludó de manera mecánica y se retiró. “El robot puede hacer mucho más de lo que os acabamos de mostrar”, señaló Musk justificándose.
Posteriormente, la compañía enseñó unas imágenes en las que el robot, conectado a un cable, llevaba a cabo una serie de tareas sencillas. Si es cierto que los técnicos de Tesla explicaron lo difícil que es conseguir que un robot camine sin caerse y que pueda coger y manipular cosas con los brazos. “Todavía queda mucho trabajo por hacer para perfeccionar Optimus y probarlo”, admitió el magnate.
Tesla mostró después un prototipo aún menos desarrollado de la siguiente generación del robot. Este segundo mostraba un aspecto mucho más limpio y elegante, aunque apenas se tenía en pie. De hecho, estuvo a punto de caerse y los técnicos tuvieron que sostenerle.
“Nuestro objetivo es fabricar un robot humanoide útil lo antes posible y también lo hemos diseñado utilizando la misma disciplina que con el coche, es decir, de forma que sea posible fabricar el robot en un alto volumen y a un bajo coste con alta fiabilidad. Así que eso es muy importante”, argumentó Musk durante su intervención inicial.
Otras compañías
El prototipo que presenta Tesla es más torpe en comparación con prototipos presentados por Toyota y Honda, entre otros. En su defensa el magnate aseguró: “Se han visto demostraciones de robots humanoides más impresionantes. Pero les falta un cerebro, no tienen la inteligencia para navegar por el mundo por sí mismos”. Mientras que, añadió “Optimus está diseñado para ser un robot extremadamente capaz, pero hecho en un volumen muy alto, probablemente, en última instancia, millones de unidades y se espera que cueste menos que un coche”.